XXIV Foro Nacional del Ovino 2022

¿Cómo debe ser la oveja del futuro?

Entrevista a Francisco Martínez Sanmiguel, presidente de la Asociación de Veterinarios de Ovino y Caprino de Castilla y León (Avoccyl)

“Un futuro rentable pasa por bienestar animal, programas vacunales, bioseguridad y genética”

Víctor Molano02/06/2022
Los veterinarios de pequeños rumiantes de Castilla y León han decidido organizarse y promover una asociación regional, con la que quieren tener una voz común ante la administración y colaborar en la formación continua de sus asociados. Francisco Martínez Sanmiguel es el primer presidente de esta recién creada entidad.
Francisco Martínez Sanmiguel
Francisco Martínez Sanmiguel.

¿Cómo surgió la idea de crear la Asociación de Veterinarios de Ovino y Caprino de Castilla y León?

Era una idea que se venía hablando hace tiempo y que la entrada en vigor de los reglamentos comunitarios 2019/4 y 2019/6, junto con la formación de otras asociaciones, como la de porcino a nivel de la comunidad, han hecho que al final fructificara.

¿Qué necesidades tiene el sector de los veterinarios de pequeños rumiantes?

Parece opinión mayoritaria entre los profesionales que trabajamos en ovino, que un mayor corporativismo y una mayor unión entre nosotros nos favorecerá en el desempeño eficaz de nuestro trabajo a corto y medio plazo. Además, es necesaria una mayor formación específica de ovino y caprino de leche, tanto en aspectos sanitarios y de manejo como de otras actividades, hasta ahora un poco más alejadas de la actividad veterinaria clínica. También habría que destacar la falta de medicamentos y productos zoosanitarios indicados explícitamente para tratar las enfermedades en el ovino de forma adecuada. Existe una falta enorme de productos y también una falta enorme de añadir otras indicaciones de uso para enfermedades, por ejemplo, selladores internos en el caso de la mamitis ovina.

¿Cuántos veterinarios forman parte en este nacimiento de la asociación?

Al acto de fundación de la sociedad asistieron 27 veterinarios, que junto con los 18 compañeros que han mostrado su interés por pertenecer a ella y que no pudieron asistir a la misma, hace que en principio cuente con al menos 45 veterinarios.

¿Cuántos calculan que ejercen la actividad en la comunidad autónoma?

No es fácil saberlo, porque no son demasiados los que trabajan exclusivamente en ovino, ya que combinan su trabajo con otras especies o actividades, pero teniendo en cuenta los pertenecientes a cooperativas, a fábricas de pienso y empresas de correctores y los que realizan su labor como autónomos o en grupos de trabajo veterinario, podríamos calcular que entre 60 y 70.

¿Qué van a hacer para tener el mayor número posible de asociados?

Con la difusión de las diferentes actividades que se vayan realizando y la canalización de las necesidades de los que trabajamos en ovino y caprino de la comunidad, esperamos que todos pertenezcan en un futuro próximo a la asociación. No hay que olvidar que al igual que las granjas son muy diferentes, también las necesidades de los veterinarios que las atienden son muy distintas. La idea es poder ser una asociación representativa del sentir general de la profesión en la Comunidad. De momento en su inicio, la Junta Directiva, cuenta con dos veterinarios de cooperativas, dos del mundo de la alimentación y dos autónomas.

¿Cuáles son los objetivos que se plantean en la asociación?

La existencia de esta asociación tiene como fines fomentar y defender los intereses e inquietudes técnicas de los veterinarios pertenecientes a esta asociación, tanto individuales como del colectivo. También está ayudar al desarrollo y consolidación de la figura del veterinario de explotación en granjas de ovino y caprino o cualquier otra figura similar. Por otra parte, velar por la deontología profesional veterinaria, luchar contra el intrusismo profesional y fomentar la formación continuada de los asociados. Ante la administración, se quiere ser interlocutor en representación de los veterinarios especialistas de ganado ovino y caprino de Castilla y León, además de cooperar con instituciones, organizaciones y empresas en el desarrollo de las áreas de interés común. Por último, ser punto de referencia para consultas de los propios asociados, de otras asociaciones de veterinarios, de productores, de consumidores, de medios de comunicación social…, mejorar la sanidad del ganado ovino y caprino y aportar soluciones de carácter técnico-sanitaria a la problemática de la producción ovina y caprina actual.

Respecto a la interlocución con la administración autonómica para la mejora de la sanidad de ganado ovino y caprino, ¿qué demandas son las que se pueden plantear?

Desde Avoccyl se pueden plantear diferentes demandas que dependiendo del aspecto de que se trate podrían ser las siguientes relacionadas con la sanidad: comunicación con la asociación en el establecimiento y modificaciones de los programas sanitarios de la comunidad; dar a conocer a la asociación la situación evolutiva de los programas sanitarios, posible interlocución acerca de las enfermedades de declaración obligatoria (agalaxia contagiosa, fiebre Q). Relacionadas con los reglamentos, sería las siguientes: manejar los animales como lotes a la hora de las recetas, aunque se trate de animales identificados individualmente; que todas las ganaderías de producción láctea tengan acceso al control lechero oficial para poder determinar el nivel sanitario a nivel individual para realizar correctamente los secados selectivos; trabajo por protocolos ‘consolidables’ para todos los veterinarios a la hora de actuar con prescripciones excepcionales o metafilaxia, por ejemplo; orientaciones y/o fijación de criterios sobre cómo fijar los tiempos de espera cuando no se conozcan los límites máximos residuales para esa especie.

¿Qué aspectos se pueden mejorar de los programas oficiales y en qué enfermedades?

Desde Avoccyl daremos todo el apoyo que nos solicite la administración para la mejora de los programas oficiales y su mejor implantación en la comunidad, así como para el desarrollo de otros programas que se consideren adecuados para la mejora sanitaria en Castilla y León.

¿Qué actividades de formación o similares planean llevar a cabo entre los asociados?

En un principio ya hemos empezado con reuniones técnicas donde se abordan las cuestiones relacionadas con los tratamientos más importantes a realizar en ovino y caprino con el objetivo de establecer protocolos y criterios de actuación conjuntos. También está previsto realizar formación técnica y jornadas abiertas sobre temas en concreto, bien de sanidad, de manejo o alimentación e incluso económicos.

¿En qué aspectos considera que debe trabajar el veterinario para adaptarse a las demandas de los ganaderos?

Aunque suene a lugar común, la ganadería se va profesionalizando cada vez más y más deprisa y esto hace que los veterinarios van a tener que poder asesorar correctamente en aspectos cada vez más distintos a los típicos de sanidad, como los relacionados con la mejora genética, las instalaciones y nuevas tecnologías o aspectos de coste/beneficio, entre otros. El trabajo en las granjas será más holístico, apoyándose en aspectos concretos como la genética, instalaciones o alimentación. Además, dentro de los propios aspectos de sanidad, la prevención y la bioseguridad, van a tener cada vez mayor importancia en la producción ovina, al igual que la sostenibilidad y los aspectos medio-ambientales.

¿Qué partes de su trabajo serán más importantes en el futuro?

El futuro del ovino y caprino pasa necesariamente por el establecimiento del bienestar en las ganaderías, el control de la sanidad con medidas profilácticas vacunales y de bioseguridad y la mejora genética que dé rentabilidad a esas ganaderías. De esta manera, el trabajo y conocimiento en estos campos determinará el futuro.

¿Consideran que debe consolidarse la figura del veterinario de explotación? ¿Qué pasos deben darse a partir de ahora?

Sí. Con esta figura, el veterinario y ganadero tendrán necesariamente, una comunicación global de la explotación y no centrada únicamente en determinadas cuestiones muchas veces mecánicas. De esta manera, el veterinario de explotación tendrá que tener un conocimiento más profundo de la situación de la ganadería y el trabajo deberá ser más coordinado entre las dos partes. Se debe consultar tanto con los veterinarios involucrados y con los ganaderos, teniendo en cuenta la dificultad que puede haber en algunas zonas un poco más apartadas de la producción en la comunidad.

¿Cuáles son las ventajas de esta figura del veterinario de explotación?

Las ventajas se visualizarán en el sentido de que el veterinario de explotación pueda ser más eficiente al trabajar de manera completa en un número determinado de ganaderías y con un número determinado de UGM.

Respecto al arsenal terapéutico con el que cuentan los sectores ovino y caprino, ¿considera que es suficiente? ¿Debería haber una actualización de medicamentos?

En ovino y caprino a día de hoy, el arsenal terapéutico disponible es muy reducido frente a determinados tratamientos como, por ejemplo, los tratamientos a realizar para el secado, para el CRO y los problemas digestivos en primeras edades. Es por esto que debería haber una actualización. Y eso sin dejar de mencionar que en ovino y caprino no tenemos ningún antiinflamatorio en el vademécum, y en la mayoría de los casos, principios activos interesantes, no están indicados para los problemas sanitarios más importantes cuando se ha constatado su eficacia. En el documento de revisión de los vacíos terapéuticos de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, se recogen expresamente entre los medicamentos de primera prioridad la falta de antimicrobianos para procesos respiratorios y procesos reproductivos en formas farmacéuticas orales como doxiciclina y enrofloxacino, la falta de antimicrobianos para el complejo respiratorio ovino (CRO) en ovino y caprino; los antiinflamatorios como la dexametasona (en formas farmacéuticas inyectables) y ketoprofeno y las vacunas frente al complejo respiratorio ovino (CRO) que incluyan los tres microorganismos principales (Mannheimia haemolytica, Bibersteinia trehalosi y Pasteurella multocida); y dentro de los medicamentos de segunda prioridad, entre otros los antiinflamatorios con efectos antiinflamatorio, analgésico y antipirético para procesos respiratorios, mamarios y musculoesqueléticos como el flunixino meglumina y ácido tolfenámico, los antimicrobianos para procesos respiratorios y procesos reproductivos como el ceftiofur, la cefalexina, cefapirina y rifaximina (para uso intramamario) y las vacunas polivalentes frente a pasteurellas para ovino y caprino.

¿Cómo solucionan los veterinarios esa falta de arsenal terapéutico?

Se suele solucionar utilizando productos disponibles para esas mismas patologías, pero registrados en otras especies. Ni que decir tiene que la prescripción en cascada está especialmente vigilada y esto en ovino y caprino complica mucho el tratamiento de algunos procesos

En el contexto actual de reducción de antibióticos, ¿cree importante que se ponga en marcha un Programa Reduce para ovino y caprino de leche, como ya existe en otros subsectores ganaderos? ¿Cuáles deberían ser sus objetivos?

Los objetivos de ese programa Reduce en ovino y caprino de leche deberían estar enfocados en el establecimiento gradual pero efectivo, de medidas higiénicas, de bioseguridad y profilácticas vacunales. Los tratamientos con antimicrobianos deberán quedar como medidas concretas en determinadas situaciones. En cada ganadería, el veterinario de explotación conjuntamente con el ganadero, deben establecer esos objetivos y el tiempo en el que deberían poder alcanzarlos, ya que la casuística y problemática es muy variable y diferente, sin olvidar que la rentabilidad de las explotaciones es necesaria para el desarrollo del sector y que, en cualquier caso, debe ser prioritario el evitar el sufrimiento innecesario de los animales que el veterinario tiene a su cargo.
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