Entrevista a Miguel Ángel Sanz Franco, técnico de pequeños rumiantes de HIPRA
“Las medidas preventivas de manejo y los programas vacunales tienen cada vez más peso para obtener una buena sanidad”
07/06/2022
La entrada en vigor del nuevo reglamento del medicamento supone cambios en la gestión sanitaria de las explotaciones ganaderas y, concretamente, también en las de ovino. Con el objetivo de reducir la disminución de las resistencias, se apuesta por una mayor importancia de las medidas de prevención, los programas vacunales y la bioseguridad. Miguel Ángel Sanz Franco, técnico de pequeños rumiantes de HIPRA, analiza todas las claves de este escenario.
Miguel Ángel Sanz Franco.
HIPRA analizará en el FORO OVINO la prevención como futuro de la sanidad animal. ¿Cuáles son los aspectos más interesantes que se tocarán?
Con el nuevo reglamento del medicamento que entró en vigor el 28 de enero, creo que es una nueva oportunidad para la prevención. El objetivo de esta reforma es la disminución de las resistencias bacterianas a los antibióticos, por lo que tendremos que hacer un mejor uso de ellos. Por tanto, las medidas preventivas de manejo y los programas vacunales de nuestras explotaciones tienen en estos momentos más peso para obtener una buena sanidad en nuestras explotaciones. En el FORO, profesionales del sector nos explicarán cómo actuar ante situaciones que nos encontramos a diario en explotaciones para adaptarnos a esta nueva legislación, desde un punto de vista práctico.
¿Cuáles son las principales medidas de prevención que pueden ponerse en marcha en una granja de ovino? ¿Qué papel juega la bioseguridad?
Son muchas las medidas de prevención que debemos tomar en una explotación para evitar los problemas sanitarios. Por ejemplo, para evitar enterotoxemias, debemos hacer un adecuado manejo de la alimentación de los animales. Cuando hablamos de mamitis, es fundamental la revisión y mantenimiento de la máquina de ordeño, así como la rutina de ordeño o la higiene general de la granja. O en problemas respiratorio, mejorar la ventilación o evitar el hacinamiento. Cada patología tiene su problemática. Pero, por supuesto, es fundamental la bioseguridad en las enfermedades contagiosas, por ejemplo, cuando hablamos de abortos o agalaxia. Lo primero que tenemos que evitar es que la enfermedad entre en la explotación. Una vez que ha entrado, deberemos controlarla, pues su erradicación será muy complicada.
En este sentido, ¿qué papel juega la vacunación ante las principales enfermedades que afectan al ganado ovino?
La vacunación la tenemos que plantear siempre como una herramienta más dentro de nuestro programa de prevención de cualquier enfermedad. La vacunación no sustituye al buen manejo de la explotación. Yo siempre digo que la vacunación frente a mamitis no te va a arreglar el pulsador que puedas tener estropeado, por ejemplo.
¿El nuevo Reglamento del Medicamento ha acelerado la tendencia de la sanidad animal de aumentar la prevención? ¿En qué sentido?
En HIPRA, desde siempre, hemos apostado por la prevención como la mejor forma en el control de diferentes enfermedades del rebaño, y ayudar así a ganaderos y veterinarios a alcanzar los índices productivos y de bienestar deseados. Con el nuevo reglamento del medicamento se pretende evitar el uso profiláctico o preventivo de los antibióticos, por ello pienso que la vacuna puede tener mayor peso si cabe, aunque son abordajes completamente diferentes, y no sustituye una cosa a la otra. La vacunación también se está incluyendo en algunos casos, dentro de los criterios necesarios para un posible uso metafiláctico de los antibióticos. Por ejemplo, será necesaria la vacunación de pasterela, previamente antes de poder usar antibiótico en un lote determinado si hay un problema respiratorio.
¿Es previsible que se restrinja aún más en el futuro el uso de antibióticos en ganadería? ¿Cómo deberían adaptarse los ganaderos a ese hipotético escenario de futuro?
No me gusta la palabra restringir, prefiero la de un mejor uso. El veterinario tiene criterio suficiente para saber cuándo tiene y debe utilizar un antibiótico. Lo que creo que se quiere es que en ningún caso hagamos un uso preventivo del antibiótico, y controlar mucho, y siempre bajo unos criterios específicos que habrá que definir, cuando se puede usar como metafilaxia. Los ganaderos son los que mejor saben manejar bien a sus animales, pues con ello consiguen mejores resultados. Con el nuevo escenario, tendremos que seguir adaptándonos y corrigiendo factores para seguir mejorando. Creo que los ganaderos deberán contar cada vez más con su veterinario de explotación en la toma de decisiones para la prevención de enfermedades.
¿Qué papel juegan los veterinarios de campo? ¿De qué herramientas disponen?
Los veterinarios de campo o de explotación deben coger la responsabilidad de decidir cuándo y dónde se debe usar antibiótico. Para ello tienen sus conocimientos, su experiencia, los laboratorios de diagnóstico, datos de explotación, índices zootécnicos… con los que deberán tomar la decisión de cómo abordar cada uno de los problemas que se les plantea día a día.
¿Cuál es la opinión de la administración en este ámbito?
Esta pregunta no creo que la deba responder yo. Pero sí comentaré que, siempre que ha habido un cambio de normativa, hemos pasado un periodo de transición donde todos los sectores implicados hemos trabajado para ajustarnos a la nueva situación. La receta veterinaria lleva funcionando poco más de 20 años, y creo que desde su instauración hemos mejorado muchísimo nuestra forma de trabajar y, con ello, nuestras explotaciones. Siempre que ha habido un cambio ha sido para mejorar el sector. Estoy convencido de que así será también en esta ocasión.