XXIV Foro Nacional del Ovino 2022

¿Cómo debe ser la oveja del futuro?

Foro Ovino 2022 - Seminario - Nuevos enfoques para optimizar la nutrición del ovino

Utilización de subproductos agroalimentarios como alternativa a las materias primas convencionales en dietas para ovino

Carlos Navarro Marcos

Investigador contratado en el Departamento de Producción Agraria de la Universidad Politécnica de Madrid

28/10/2022
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Esta ponencia recoge las características de algunos subproductos de la industria agroalimentaria con los que se ha trabajado en los últimos años en el Departamento de Producción Agraria de la Universidad Politécnica de Madrid. Estos subproductos se generan en grandes cantidades en el sur de España donde podemos encontrar una gran parte de la cabaña ganadera ovina de este país.
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España es un gran productor y transformador de alimentos y, en consecuencia, en nuestro país se generan grandes cantidades de residuos agroalimentarios. Estos residuos o subproductos agroalimentarios pueden emplearse en alimentación animal y su utilización supone una serie de ventajas entre las que se incluyen la reducción de costes y una menor dependencia de las importaciones de materias primas. Además, estos subproductos contienen biocompuestos que no se encuentran habitualmente entre las materias primas convencionales que pueden mejorar la calidad de los productos de origen animal. Asimismo, el uso de subproductos agroalimentarios ayuda a reducir las emisiones contaminantes asociadas al sector y favorece la economía circular. Sin embargo, la utilización de subproductos en nutrición animal puede ser problemática. Por un lado, son productos con una elevada variabilidad, por lo que formular con éstos puede ser un reto. Afortunadamente, cada vez existe más información sobre sus características y valor nutritivo, y esto facilita la formulación de dietas con subproductos. También son materias con un elevado contenido en agua, y eso dificulta su transformación, conservación y transporte.

En el caso que una explotación ganadera se encontrara próxima al lugar donde se generan estos subproductos, éstos se podrían suministrar en fresco, por lo que no sería necesario ningún método de conservación y el coste del transporte sería considerablemente inferior, dada la cercanía. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos, las explotaciones se encuentran alejadas de estos lugares y debido al elevado coste que supone su transformación y transporte, su utilización en nutrición animal no es viable económicamente. No obstante, debido al aumento de precio de las materias primas convencionales en estos últimos años, la utilización de subproductos podría ser una alternativa más económica a las materias primas, aun considerando el coste del procesado y el transporte. Por lo tanto, se trata de una oportunidad para el sector de reducir costes, mejorar la calidad de los productos y mejorar la sostenibilidad del sector.

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Subproductos de la aceituna

España es el mayor productor de aceitunas del mundo con una producción de 6 millones de toneladas anuales, de las cuales el 95% se destina a la producción de aceite. Por esta razón se generan grandes cantidades de subproductos derivados de este cultivo: comenzando por el árbol, durante la recolección, la poda y la limpieza del fruto, se obtienen un subproducto conocido como “hojas y ramón”. Por otro lado, durante el proceso de extracción del aceite mediante el sistema de tres fases, se genera otro subproducto conocido como orujo graso, que no es más que la aceituna molida. Como el contenido en grasa de este subproducto todavía es elevado, se puede realizar una segunda extracción y en consecuencia se genera otro subproducto denominado orujo extractado u orujillo. En ambos casos, se puede eliminar el hueso de la aceituna para mejorar la calidad y el valor nutritivo de éstos, ya que el hueso es la parte más lignificada del fruto. Existe además otro subproducto derivado de la extracción del aceite, de mayor calidad, que se conoce como orujo ciclón, y está formado por las pequeñas partículas que se desprenden durante el secado del orujo.

Todos estos subproductos son muy variables y heterogéneos, muy fibrosos y lignificados, y con un escaso valor nutritivo, pero con un elevado contenido en compuestos fenólicos y, dependiendo del subproducto, con un elevado contenido de grasa. La composición química y el valor nutritivo es muy variable y dependerá del tipo de subproducto, del procesado y de otros factores como el tiempo que pasa almacenado en la balsa. El contenido en proteína de estos subproductos oscila entre el 10%, pero la mayor parte está ligada a la fibra, por lo que su degradabilidad y digestibilidad es baja. El orujo graso y el orujo ciclón tienen un elevado contenido de grasa, con una gran cantidad de ácido oleico, y otros ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados. Por el contrario, el orujo ciclón tiene un menor contenido de fibra en comparación con otros subproductos de la aceituna, y por ello, el valor nutritivo de éste es mayor. En los subproductos de la aceituna también se encuentra una fracción considerablemente elevada de azúcares solubles, que se degradan fácilmente y aportan energía a la ración. Esta fracción, que determina en gran medida la calidad, es muy variable y depende de múltiples factores. Por último, la fracción de polifenoles solubles es muy elevada, pero también muy variable.

Debido a su alto contenido en fibra, la degradabilidad de la materia seca es baja, al igual que ocurre con la proteína. Sin embargo, la degradabilidad de la grasa es bastante elevada. Como hemos comentado, la fracción de azúcares solubles puede ser relativamente elevada y afecta considerablemente a la calidad, sin embargo, en el caso de los orujos, conforme aumenta el tiempo que pasan almacenados en la balsa, esta fracción disminuye y en consecuencia la cantidad de fibra aumenta y la calidad del producto se reduce. Por ejemplo, la degradabilidad puede llegar a reducirse hasta un 50% a los 6 meses. Como también hemos dicho, el valor nutritivo de estos subproductos suele ser bajo, sin embargo, un orujo ciclón, de mayor calidad, con la fracción de azúcares solubles intacta podría equipararse a un heno de gramíneas de calidad media.

Debido al escaso valor nutritivo de los subproductos de la aceituna, es de suponer que éstos únicamente pudieran incluirse en pequeñas cantidades en las raciones para ovino para evitar reducir la productividad. Sin embargo, en diversos trabajos se ha observado que se puede incluir hasta un 30% de orujo graso y hasta un 75% de hojas de olivo sin afectar negativamente a la productividad. De hecho, se ha observado que incluir estos subproductos mejora la calidad de los productos de origen animal, tanto en ovino de carne como de leche, ya que la cantidad de ácidos grasos considerados beneficiosos para la salud humana, en la leche y en la carne producidos por animales alimentados con estos subproductos era significativamente superior. Esto se debe al aporte extra de ácidos grasos monoinstarudos y poliinsaturados. En algunos estudios también se han observado efectos negativos, sin embargo, estos podrían ser debidos a la utilización de subproductos de una calidad muy baja.

Como resumen, se tratan de subproductos fibrosos, generalmente de baja calidad, pero debido a la fracción de azúcares solubles la calidad puede ser mayor. Son una buena fuente de grasa y su perfil de ácidos grasos es interesantes, además tienen una gran concentración de compuestos fenólicos, que también podrían mejorar la calidad de los productos de origen animal.

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Subproductos del tomate

España cosecha alrededor de 4,8 millones de toneladas de tomate anualmente, además, asociado a este cultivo, existe una potente industria transformadora de modo que se generan grandes cantidades de subproductos entre los que se incluyen, el fruto entero, descartado por no cumplir con unos estándares de calidad para su comercialización en fresco, hasta pulpa de tomate, que es la mezcla de pulpa, semillas y piel que se obtiene después de procesar el tomate para la obtención de productos como purés, tomate frito o zumos, pasando por las semillas y las pieles. La pulpa de tomate es el subproducto más habitual y representa entre el 1,5% y el 10% del peso del fruto. Las semillas tienen un valor muy elevado, pero se suelen destinar a otras industrias. Por el contrario, la piel es un producto muy fibroso, muy lignificado y de baja calidad.

El contenido en proteína de la pulpa del tomate es relativamente elevado y dependerá en gran medida de la proporción de semillas que se encuentren. La proteína del tomate es interesante, ya que su perfil de aminoácidos es similar al de la soja, pero con una menor degradabilidad, por lo que puede ser una buena fuente de proteína bypass. De igual modo, el contenido de grasa, con un perfil de ácidos grasos claramente insaturado, dependerá de la proporción de semillas. La cantidad de fibra de la pulpa del tomate también dependerá de la proporción de pieles. El fruto entero tiene una cantidad considerablemente menor de fibra, porque la proporción de piel en relación al fruto es menor. Por otro lado, la pulpa de tomate tiene una fracción de azúcares fácilmente degradable considerablemente elevada que aportaría energía a la ración. Debido a que la calidad de la pulpa del tomate dependa en gran medida de la proporción de pieles y semillas, la calidad de ésta podría estimarse visualmente; una gran cantidad de semillas supondría un subproducto rico en proteína y grasa, por el contrario, si la proporción de pieles es elevada, sabremos que tiene una menor calidad. Por último, los subproductos del tomate tienen una elevada concentración de compuestos antioxidantes y otros biocompuestos.

Los subproductos del tomate tienen la peculiaridad de que se generan en grandes cantidades en un corto periodo de tiempo que se corresponde con el periodo de cosecha. En un trabajo realizado en el departamento de Producción Agraria de la UPM se observó una elevada variabilidad en el valor nutritivo de la pulpa de tomate durante este corto periodo, que en este caso fue de 6 semanas. Igualmente, se observaron diferencias en la degradabilidad de la proteína de la pulpa del tomate procedente de dos plantas de procesado distintas, lo que se atribuyó a los procesos que se utilizaban en cada una de las plantas.

Respecto a la utilización de subproductos del tomate en dietas para ovino, en la bibliografía disponible podemos ver que podría incluirse hasta un 30% de pulpa del tomate sin afectar negativamente a la productividad y que, además, gracias al aporte extra de ácidos grasos insaturados y compuestos antioxidantes, el perfil de ácidos grasos tanto de la leche como de la carne mejoraba, y la vida útil y el perfil oxidativo de la carne aumentaban. En algunos casos, también se ha observado un aumento en la productividad y el rendimiento, debido quizás a la fracción de azúcares fácilmente degradable que aportaba un extra de energía a la ración. En cualquier caso, los efectos negativos observados en algunos trabajos podrían deberse a los altos niveles de inclusión.

La pulpa de tomate es un material fibroso de calidad media, con una fracción de azúcares fácilmente degradable, un elevado contenido en proteína, cuyo perfil de aminoácidos es similar al de la soja, y una elevada concentración de compuestos bioactivos y grasa con la capacidad de mejorar la calidad de los productos de origen animal.

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Subproductos tropicales

La demanda de frutos tropicales, como el aguacate y el mango, ha crecido en los últimos años y se espera que siga creciendo. España es el único productor europeo, además de un gran importador, y cuenta con una industria transformadora asociada. Por lo tanto, es de esperar que cada vez se generen mayores cantidades de subproductos asociados a estos cultivos. Entre los subproductos asociados a estos cultivos podemos encontrarnos desde frutos descartados, hasta pieles y huesos derivados de la transformación de estos cultivos en productos como macedonias, purés, zumos, guacamole, etc. Además, en el caso del aguacate, además podemos encontrar torta de aguacate, que se obtiene tras la extracción del aceite de aguacate.

Los subproductos del aguacate tienen una cantidad de proteína que oscila alrededor del 10% y una cantidad considerable de carbohidratos no estructurales, que son fácilmente degradables y aportan energía a la ración. La principal fracción en los subproductos del aguacate es la grasa. En este caso, la grasa tiene una elevada concentración de ácidos grasos monoinsaturados. La composición química de las pieles y el fruto del aguacate es bastante parecida, aunque la piel es algo más fibrosa. Por su parte, la torta tiene una composición química proporcional al fruto, pero con un menor contenido en grasa y mayor proteína. Por otro lado, la semilla es un material fibroso pero muy poco lignificado, por lo que podría tratarse de una buena fuente de energía.

Los subproductos del mango tienen muy poca proteína, poca grasa y son muy poco fibrosos. Por el contrario, tienen una gran cantidad de carbohidratos no estructurales que son fácilmente degradables y aportarían grandes cantidades de energía a la ración. Como pasa con el aguacate, el fruto y la piel tienen una composición química similar, pero el contenido de fibra de las pieles es ligeramente superior. Por último, el contenido de proteína y grasa de la semilla es ligeramente superior, e igualmente tiene una gran cantidad de carbohidratos no estructurales.

A día de hoy, no existen demasiados trabajos que evalúen el efecto de incluir estos subproductos en raciones para ovino. En algunos de los pocos trabajos disponibles, se ha observado que incluir hasta un 10% de fruto del aguacate en raciones para corderos de cebo mejora el peso al sacrificio. En otro trabajo realizado en caprino de leche, se observó que incluir fruto del aguacate en la ración mejoraba el perfil de ácidos grasos de la leche, por lo que también podría mejorar el perfil de ácidos grasos, tanto de la carne como de la leche, en ovino. Por lo que respecta al mango, se ha llegado a incluir hasta un 50% de fruto en dietas para corderos de cebo en sustitución de maíz sin observarse efectos negativos.

Para concluir, los subproductos del aguacate pueden ser una buena fuente de grasa y energía, con el potencial de mejorar la calidad de los productos de origen animal. Por su parte, el mango puede ser una buena fuente de energía y utilizarse como sustituto de los cereales.

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Subproductos hortícolas

Una vez más, España es el mayor productor de la Unión Europea de cultivos de la familia de las brasicáceas. Se estima que, en los cultivos hortícolas, desde el momento de la cosecha hasta que se consumen, el 50% del producto se pierde, por lo que en España se genera una gran cantidad de subproductos asociados a estos cultivos.

En el Departamento de Producción Agraria de la UPM se ha determinó in vitro el valor nutritivo para pequeños rumiantes de algunos cultivos como el brócoli, la coliflor, el romanesco y las coles. Además, se determinó el valor nutritivo de algunas de las fracciones de estos cultivos, como las hojas, los tallos y los floretes. La variabilidad entre cultivos y entre fracciones era considerablemente menor en comparación con otros subproductos, y en éstos se observan una serie de características comunes: un elevado contenido en proteína, poca fibra y una elevada cantidad de azúcares fácilmente degradables.

Existen pocos trabajos in vivo en los que se haya evaluado el efecto de incluir estos subproductos. Por lo que respecta al brócoli, en un trabajo se incluyó hasta un 40% en dietas para ovino de carne y de leche, y se observó que aumentaba la productividad, y que mejoraba la salud de los animales y la digestibilidad de los nutrientes. En cuanto a la coliflor, un estudio realizado en la Universidad de León se suplementó una dieta ad libitum para ovino de leche con 1,5 kilogramos de coliflor en fresco sin llegar a observarse efectos negativos en la productividad, la composición química de la leche o la bioquímica del animal. Por su parte, estudios in vitro realizados con los cuatro cultivos (brócoli, coliflor, romanesco y coles) han concluido que se puede incluir hasta un 24% en sustitución de cereales, soja y otros concentrados proteicos sin efectos negativos, por lo que los subproductos derivados de estos cultivos podrían ser una buena fuente de proteína y energía.

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