XXIV Foro Nacional del Ovino 2022

¿Cómo debe ser la oveja del futuro?

Foro Ovino 2022 - Seminario de apertura - ‘¿Cómo debe ser la oveja del futuro?’

La oveja de los mil días: nuevas estrategias de manejo para optimizar las ovejas de altísima producción

José Antonio Requejo Fernández

Veterinario especialista en ovino

21/09/2022
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La ponencia va a tratar de una oveja especial, que ha estado más de mil días en lactación, y que se sale fuera de la normalidad. Sin embargo, marca el camino que va a seguir la producción lechera y la mejora genética relacionada con el ovino lechero.
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En Pago Los Vivales hemos tenido una oveja especial que ha estado más de mil días en lactación. Intentaremos no caer en el error de no hacer de una parte el todo, pero estamos obligados a dar algunos datos sobre este animal. Pero ese tipo de animal nos debe guiar el camino y encuadrarlo en los actuales sistemas de producción.

Esta oveja se ordeñó durante más de mil días, con una producción constante alrededor de los tres litros diarios. De hecho, en mil días de ordeño dio 3.150 litros. Su lactación ya no es una curva, sino que se ha mantenido siempre en los tres litros diarios.

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En la actualidad, lleva 1.350 días de lactación y 3.800 litros. A partir de los mil días comienza a bajar de los tres litros a litro y medio diario. La razón es que, junto con la asociación Assafe y Ovigén, se decidió realizar extracción de embriones para su transferencia. Para realizar esa técnica, había que reducir drásticamente la alimentación de la oveja. Sin embargo, volvió a estar meses después por encima de los dos litros de producción diarios.

A través de la transferencia de embriones, se superovula, se recolectaron embriones por parte de Ovigen, se implantaron en otros animales y en marzo ya nacieron los primeros animales procedentes de esta técnica.

Existen también precedentes parecidos en caprino, por lo que no es tan excepcional como podría parecer y se puede trabajar mediante la mejora genética.

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Antecedentes y condicionantes

El ovino de leche tiene una gran estacionalidad productiva. Esta situación no ha cambiado de forma importante en los últimos veinte años. La gran mayoría de leche se sigue produciendo en los meses de primavera.

Una de las formas de corregir esa estacionalidad es la persistencia de lactación en ovino. Los datos de heredabilidad en ovino son de 0,20 para leche, 0,20 para grasa, 0,22 para proteína, 0,14 para el recuento de células somáticas y entre el 0,30 y 0,38 para morfología de ubres. La persistencia de lactación en ovino tiene una heredabilidad entre 0,01 y 0,30, ya que hay muy pocos trabajos realizados. En ovino, la persistencia de lactación está por trabajar. Al seleccionar por otros aspectos, es cierto que hemos conseguido también mejorar la persistencia de lactación. Parte del mérito está en el excelente trabajo desarrollado durante los últimos años por la asociación Assafe.

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La importancia de la persistencia de lactación es que el sector se ve obligado a llevar al extremo el sistema reproductivo e intensificar las parideras. Si se tuviera una mejor persistencia de lactación, se podría no forzar tanto la reproducción y el animal tendría un mejor bienestar.

Uno de los condicionantes que tenemos es conseguir mejorar la rentabilidad de la explotación. Y para ello es importante disminuir los días no productivos. Los días no productivos son los días en lactación por debajo de la rentabilidad óptima más los días de secado superiores al óptimo de 60 días. Por lo tanto, el intervalo entre partos de un animal se compone de los días productivos (días productivos en leche y días óptimos de secado) y los días no productivos.

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La genética actual y los sistemas de producción

La cuenca mediterránea es líder en la producción de ovino lechero, y la zona en la que está más desarrollado. Existen multitud de sistemas de producción, que está marcada por la organización reproductiva que se aplique.

Para intentar controlar los días no productivos, se ha ido ampliando el número de cubriciones al año, porque así se va reduciendo el número de días que el animal tiene la oportunidad de entrar en una cubrición y ser productivo. Se ha ido evolucionando hasta llegar a la cubrición continua para reducir los días no productivos. Sin embargo, esta estrategia reduce el bienestar de los animales.

Si se trabaja la persistencia en lactación, se van a conseguir disminuir los días no productivos, sin necesidad de forzar tanto la reproducción. Con una lactación que sea persistente, existen múltiples opciones para que entren en cubrición los animales, sin que descienda la producción.

Por lo tanto, el bienestar de los animales y la rentabilidad de las explotaciones depende de la mejora de la persistencia de lactación en las ovejas lecheras.

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