El sector ganadero tiene que afrontar un aumento del coste de las materias primas desde hace más de dos años, lo que ha llevado a un aumento de costes de producción. Además, se ha afrontado desde el año 2017 en los cebaderos una reducción en el uso de antibióticos, que ha provocado mayor mortalidad y morbilidad, lo que también repercute en el coste de producción. Necesitamos corderos más sanos, por lo que se debe trabajar en bioseguridad, bienestar animal, prevención y profilaxis.

Debemos seguir insistiendo en el periodo de transición y en el control en las granjas de origen, bases del programa Integracor. Además, no debemos olvidar que la sostenibilidad está en el horizonte y que hemos sufrido una gran sequía en el presente año, lo que provoca una escasez de paja y un aumento desmesurado de su precio.

Hemos realizado un estudio de cebo de corderos, en el que se han recogido 717 ensayos de cebo en 85 granjas diferentes, con 29 empresas de alimentación. Estas pruebas se han realizado durante 25 años. Se ha distribuido a los corderos en diez grupos según el peso vivo. En los cinco primeros grupos están los animales destinados a mercado nacional, con un peso que oscila entre los 13 y los 25 kilogramos. En los otros cinco grupos estarían los animales más pesados, dirigidos normalmente a la exportación. Es cierto que el 90% de las pruebas están realizadas en los cinco primeros grupos, lo que permite que los resultados sean más fiables y más predictivos. En el otro caso, aunque sean menos datos, sí permite tomar decisiones, ya que los resultados van por el mismo camino.

Se toman como referencia la ganancia media diaria, el índice de conversión y el consumo medio diario. Se observan ganancias medias diarias desde 236 gramos hasta prácticamente 400 gramos, mientras que el índice de conversión varía de 2/19 a 5/15. Por lo tanto, se tienen grandes diferencias entre unas pruebas y otras. También hay diferencias en función de los diferentes grupos, razas, sexos, estaciones del año, ganaderos, empresas de alimentación…

Por lo tanto, existe una gran variabilidad. Hacer una prueba permite tener una foto instantánea de la situación del cebadero, pero si se quiere realizar una estrategia de futuro en la alimentación de ese cebadero, se debe tener en cuenta la variabilidad. Lo que influye la alimentación, pero también los factores extrínsecos. El índice de variabilidad se encuentra alrededor del 20%.

Se puede comparar el índice de conversión y la ganancia media diaria. Se observa que la variabilidad del índice de conversión es mayor en los corderos pequeños, probablemente porque el potencial de crecimiento de esos corderos es mayor, con lo que la influencia de la alimentación es importante para lograr ese rendimiento cárnico, por lo que debemos afinar en la alimentación en ese periodo. Por lo que respecta a la ganancia media diaria, existe menos variabilidad en los corderos pequeños porque es un concepto que va ligado a la capacidad del consumo, que tiene sus límites en el caso de los corderos pequeños. Analizando lo que ocurre con los corderos grandes, la variabilidad del índice de conversión es menor, porque a partir de cierto peso se comienza a depositar grasa en las canales, haciendo el corte menos eficiente.

Los resultados del estudio indican que se deben establecer dos estrategias separadas de alimentación según se trate de cordero dirigido al mercado nacional y el cordero dirigido a la exportación. En ambos casos, se deben tener dos pilares fundamentales: eficiencia de la dieta y salud del animal. En el cordero nacional, la balanza está más o menos equilibrada, mientras que en el cordero de exportación debemos preocuparnos más de salud intestinal y ruminal de esos animales, ya que así los índices productivos serán mejores. En este tipo de corderos más grande, la eficiencia de la dieta depende menos del tipo de alimentación y más de factores extrínsecos.

En aspectos sanitarios, existen una serie de factores predisponentes, como son la multitud de orígenes de los corderos, la alta densidad animal, el exceso de amoniaco, las temperaturas extremas, la humedad, los cambios de manejo… Todo ello puede desencadenar en problemas patológicos respiratorios y digestivos, para lo que es importante controlar la salud intestinal y la salud ruminal, cuidando aspectos como la microbiota intestinal, el pH y la flora ruminal. También se deben controlar problemas respiratorios, septicemias, coccidios, enterotoxemias, acidosis…

Se observa una tendencia en el mercado a la reducción de la proteína del pienso no y a ofrecer piensos menos energéticos y menos proteicos en el cebo de corderos. Siempre debe existir un equilibrio entre la energía y la proteína.

Según el estudio realizado, la variabilidad en la ganancia media diaria está entre el 12% y el 15%. En una situación comercial de cebo de corderos, podemos estimar dicha variabilidad en un 20%. Aplicando esa variabilidad, en un caso de una ganancia media diaria de 300 gramos, el rango de crecimientos estaría entre 240 y 360 gramos por día. A la hora de calcular los requerimientos de proteína bruta con las tablas del INRA, indican en torno al 15% de proteína bruta del alimento. Con esos porcentajes, es evidente que hay muchos animales cuyos requerimientos no van a ser satisfechos por ese alimento suministrado.

Es muy importante la monitorización o el chequeo periódico y sistemático de los resultados del cebadero. Es complicado el control de los consumos. Se puede realizar con báscula electrónica, pero debe adaptarse a condiciones comerciales. Por lo tanto, se han calculado unas ecuaciones de regresión por parte del CSIC de León (Instituto de Ganadería de Montaña) para que se puede predecir el índice de conversión a partir de la ganancia media diaria.

En el caso de corderos de exportación, se ha se ha diseñado una herramienta de simulación para predecir los índices técnicos a partir de los pesos de entrada y de salida de los animales. Dependiendo de la genética del animal, si son Merinos o Merinos cruzados con macho cárnico, se puede predecir la ganancia media diaria, el índice de conversión y el consumo medio diario.

Existen unos factores de estrés en las granjas de origen, como el transporte, la descarga, el cambio de alimentación, el cambio de agua, las instalaciones, el estrés social… Desde Nanta proponemos con Integracor una estrategia de alimentación para abordar mejor ese periodo, sobre todo en un escenario de desmedicalización y de reducción de antibióticos.

En colaboración con la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, se colocaron unos acelerómetros ubicados en collares, en el cuello de los animales, para poder analizar el comportamiento de los animales. Los collares se colocan en la granja de origen y en los mismos corderos en el cebadero, para observar si existen variaciones. No hay grandes variaciones en el cebadero respecto de la granja de origen. En el caso del cebadero, incluso en situaciones experimentales de escasa densidad, hay un aumento de la actividad a las 1.00 horas de la madrugada, además de picos de actividad alrededor de las 9.00 horas y las 20.00 horas. Los corderos son animales crespusculares, es decir, tienen actividad al amanecer y al atardecer. Los ritmos circadianos no cambian cuando se llega de la granja de origen al cebadero. Sin embargo, cuando se mezclan corderos de diversos orígenes, disminuyen su actividad, ya sea por el aumento de la densidad o por el estrés social. Si los animales tienen menos actividad, comerán menos, por lo que se deben poner medidas en la alimentación que prevean esa disminución del consumo.

Por otra parte, hemos realizado un estudio sobre acidosis ruminal. Se midió el pH ruminal de un amplio número de animales durante varias épocas del año. Existía una amplia variabilidad en función del pienso que consumían los animales, además de diferencias entre explotaciones.

• Hay una mayor variabilidad en corderos de exportación.
• En cordero más pequeño para el mercado nacional, hay más influencia del genotipo y de la alimentación.
• En el cordero de exportación, influyen en mayor medida los factores externos.
• En corderos de exportación, hay menos diferencias en eficiencia productiva.
• Más difícil la predicción en exportación.
• Hay que tener en cuenta la variabilidad en las estrategias de alimentación.
• Nanta ofrece herramientas de predicción.
• La transición es un periodo clave para la sanidad del cordero y los resultados productivos.
• La acidosis subaguda es un factor clave en la patología metabólica.

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