25º Foro Nacional del Ovino 2023

Claves para revisar el modelo de producción

ACTAS FORO OVINO 2023 – Seminario Recría10 MSD Animal Health

Y tú, ¿arriesgas o vacunas?

Jorge Gutiérrez, técnico veterinario de Pequeños Rumiantes de MSD Animal Health

José Luis Blasco, técnico veterinario de Vacuno de Cebo y Pequeños Rumiantes de MSD Animal Health

Laura Elvira, directora técnica de Rumiantes de MSD Animal Health

José Carlos Ramírez, veterinario de la ADSG Comarca de Higueruela y profesor CFGS Ganadería y Asistencia en Sanidad Animal CIFP Aguas Nuevas

Almudena Sánchez, veterinaria responsable de los Servicios Técnicos de Producción Ganadera de Ovino de Carne de COVAP

23/10/2023
La recría es el futuro de la explotación y, por lo tanto, todas las mejoras que implementemos en las corderas permitirán que las granjas sean más sostenibles y más rentables en el tiempo. Una cordera sana es una cordera rentable. En sesiones anteriores del proyecto Recría10 en el Foro Ovino, se habló del calostro o de la coccidiosis, mientras que en esta ocasión se ha centrado en la prevención del Complejo Respiratorio Ovino, principal causa de las bajas de corderos menores de tres meses de edad.
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Pilares para la prevención del Complejo Respiratorio Ovino (CRO) – Jorge Gutiérrez y José Luis Blasco

Los corderos recién nacidos son los más sensibles en una paridera, siendo los primeros tres meses de vida determinantes para el éxito de una buena recría. Pero hay ocasiones en las que la paridera tiene problemas como diarreas, neumonías, coccidios… por lo que realizar un buen manejo e instaurar un plan sanitario preventivo es muy importante. Un correcto encalostrado es fundamental, porque aporta energía y las defensas necesarias para que el sistema inmunológico del cordero se fortalezca y pueda luchar contra las enfermedades.

El calostro es la protección natural del cordero recién nacido, aporta energía y nutrientes, además de ser vital para proporcionarles la inmunidad pasiva que les proteja frente a posibles infecciones durante las primeras semanas de vida, previo a que desarrollen su propia inmunidad activa. Por otro lado, se debe tener en cuenta que el sistema inmune es un gran consumidor de energía, por lo que es imprescindible que tengan un aporte suficiente de alimento. Para ello, en sistemas de lactancia artificial de corderos son muy importantes la calibración de la máquina nodriza y la higiene.

También es de vital importancia el confort y el bienestar del ganado; hay que disminuir el amoniaco y la humedad, con un buen encamado y ventilación que permitan eliminar gases nocivos y humedad, para no dañar las defensas respiratorias de los corderos. Con una buena ventilación, se disminuyen las bacterias en suspensión y baja la tasa de neumonía en la granja y en el cebadero.

Por otro lado, un plan sanitario completo es muy recomendable para aumentar todo lo posible la inmunidad frente a las pasteleras. No obstante, no debemos olvidar que la coccidiosis es un factor predisponente para la neumonía. Para controlar estos aspectos, se puede utilizar Vecoxan®, Heptavac® P Plus y Ovipast® Plus, productos de MSD Animal Health. Por último, vacunando en preparto a la madre, protegeremos también al cordero a través de la transferencia de inmunidad vía calostro.

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Vacunación como alternativa al uso de antibióticos en cebo de corderos en el cebadero SAT Ugoalba – José Carlos Ramírez

Según las recomendaciones del uso racional de antibióticos que recoge la nueva normativa (Reglamento UE 2019/6), desde hace 3 años se ha estado trabajando cada año más intensamente en prevención en SAT Ugoalba, limitando el uso de antibióticos a la entrada de animales en el cebadero, al no estar permitido realizar tratamientos profilácticos con antibióticos.

El cebadero SAT Ugoalba está ubicado en la provincia de Albacete, en el municipio de Hoya-Gonzalo. Está compuesto por unos diez socios, con ovejas Manchega de leche. Además, se compran corderos a otros siete ganaderos de Manchega de carne para su cebo (ganaderos no socios del cebadero).

Respecto a las instalaciones, el cebadero cuenta con una nave de entrada en la que se recepcionan los corderos y se clasifican. Además, hay otras dos naves antiguas de porcino adaptadas. La nave de entrada tiene ventilación superior con caballete, pero las otras naves son bajas presentando problemas de ventilación, sobre todo en verano.

El cebadero cuenta con dos trabajadores, que son también los responsables de ir a las explotaciones para la recogida de corderos. Cuando llegan al cebadero se clasifican por sexo y por pesos. El peso de entrada de los corderos de los socios oscila entre 15 y 17 kilogramos, mientras que en los no socios está entre 19 y 21 kilos, existiendo una diferencia importante en el peso y edad de entrada, así como en la tipología entre los corderos de los socios y de los no socios. El peso de venta siempre es el mismo, con 26-28 kilogramos para los machos y 23-24 kilos para las hembras. Por lo tanto, podemos concluir que los corderos de los socios están una media de un mes o mes y medio en el cebadero, mientras que el tiempo medio de estancia de los corderos de los no socios son 25-30 días.

Desde el año 2015, existía una mortalidad media del 2,54%, mientras que en los años 2016, 2017 y 2018, se mantuvo por debajo del 2%. Son unos datos bastante buenos para un cebadero. Sin embargo, en 2019 se disparó hasta un 3,20% y llegó a alcanzar el 4,65% en 2020 con el cese del uso profiláctico de antibióticos en el cebadero.

El paso siguiente fue analizar qué gérmenes eran los implicados. Tras realizar las necropsias oportunas y analíticas, se llegó a la conclusión de que el 90% de las muertes de corderos eran causadas por problemas respiratorios. Tras analizarlo en laboratorios, se confirmó que el agente principal era Mannheimia haemolytica.

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Se plantearon una serie de cambios en julio de 2020. Se duplicó el número de veces que se limpiaban las naves, se instalaron sistemas para evitar las corrientes de aire cerrando todas las puertas a la hora de clasificar los corderos y se instaló un sistema de potabilización del agua. Además, se comenzó a trabajar con una vacuna bivalente frente a M. haemolytica y P. multocida en las explotaciones de origen. Tras un año, los resultados indicaban que se había bajado algo la mortalidad, pero de forma insignificante.

En julio de 2021 se siguió apostando por las mismas medidas, pero se cambió la vacuna por Ovipast® Plus en corderos y en algunas explotaciones, se complementó con la vacunación con Heptavac® P Plus en las madres. La mortalidad fue bajando progresivamente, tal y como se puede ver en la tabla, consiguiendo reducirla al 2,94% en el año 2022.

Con los datos comentados anteriormente de las bajas en el cebadero, se decidió realizar un estudio observacional para evaluar estadísticamente la significación de las medidas adoptadas para la reducción de bajas en el cebadero con la vacunación en origen como herramienta fundamental del plan. Para constatar esto, se realizó un estudio estadístico con la colaboración de Lorenzo Fraile, de la Universidad de Lleida. Para el análisis, se clasificaron los corderos en 5 grupos de estudio según el protocolo de medicina preventiva que se aplicaba en cada momento: pienso medicado, vacuna con bacterina, Ovipast® Plus en corderos, Heptavac® P Plus en madres y Ovipast® Plus en corderos, y el último grupo sin antibióticos ni vacuna. Este análisis se realizó por trimestres para dar mayor robustez a los datos.

En el grupo de no socios, la mortalidad con el pienso medicado fue del 1,9%, disparándose al 3,8% tras el cese del uso profiláctico de antibióticos en ausencia de vacunación. Además, analizando los datos por trimestres, el tercero fue el que tenía más mortalidad, muy probablemente debido al aumento de temperatura. Por lo que respecta a las granjas de leche socias del cebadero, la diferencia de mortalidad fue bastante grande entre explotaciones, con niveles entre el 8,33% y el 0,37%. La mayor mortalidad se daba en las explotaciones de los socios, al proceder los corderos de granjas de leche y entrar estos corderos con menor peso y edad. En este caso se pasó de una mortalidad media del 5% cuando se utilizaba pienso medicado al 6,2% con el pienso sin medicar. Con la bacterina se quedó en el 5,4%. Pero cuando se utilizó el Ovipast® Plus alcanzó el 4,3%. De hecho, con la vacuna se consiguió bajar el porcentaje de mortalidad en aquellas explotaciones de los socios con las mortalidades más altas.

Si lo analizamos por años naturales, tal y como realizamos habitualmente para valorar los resultados del cebadero, en aquellas explotaciones de los socios que sí han vacunado, las mortalidades medias disminuyeron un 33%, reduciéndose del 5,61% al 3,75%. En el caso de las explotaciones que no eran socias y no vacunaron a los corderos, se observó un aumento de la mortalidad del 2,19% al 2,74%, es decir, se incrementó un 25%.

En conclusión, con la vacunación en origen se consiguió bajar la mortalidad por debajo de los límites de cuando de cuando se utilizaba pienso medicado. Además, se obtuvieron muy buenos resultados en las granjas que tenían peores datos de mortalidad. También se logró la adaptación a la nueva normativa de desmedicalización de los cebaderos. En este contexto, se plantearon unos retos de futuro: reducir la mortalidad del tercer trimestre, seguir mejorando en las granjas de los socios e implantar un protocolo vacunal obligatorio en las granjas de los no socios antes de entrar al cebadero.

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Efecto de la vacunación de origen en la reducción de bajas en COVAP – Almudena Sánchez

La Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches (COVAP) está situada en el norte de Córdoba. La cooperativa tiene tres actividades fundamentales: la alimentación animal con la planta de piensos, la industria láctea, y el grupo cárnico con los cebaderos de terneros y corderos, el matadero y el secadero de ibéricos. Cada una de las actividades que tiene la cooperativa cuenta con unos servicios técnicos especializados: vacuno de leche y carne, ovino y caprino de leche y ovino de carne. Se trabaja en reproducción, nutrición, genética, salud animal, gestión… También tiene unos servicios técnicos transversales que son comunes a todas las actividades que se ocupan de tramitar subvenciones, de innovación y de la mejora de instalaciones.

El modelo de COVAP de producción de carne de cordero cuenta con 295 socios proveedores de corderos. El 77% de las granjas se encuentran ubicadas en el norte de Córdoba, el 11% en Ciudad Real y un 12% en Extremadura. Se trabaja con la raza del tronco Merino. Hay 153.000 reproductoras con una media de 500 ovejas por explotación, aunque hay muchas explotaciones muy pequeñas. Toda la producción de corderos de los socios es conducida al centro de tipificación de corderos, que tiene una capacidad de 8.500 corderos. El año pasado se cebaron 134.000 corderos y el tiempo de estancia medio en el año 2019, ejercicio en el que se realizó la prueba, fue de 22 días. Casi toda la producción que se ceba se transforma en el centro cárnico de transformación.

Cuenta con cuatro naves de cebo propiamente dicho y la nave de recepción que es la nave 5. Desde el año 2017, todas las naves de cebo cuentan con un sistema de refrigeración evaporativa para mitigar la temperatura en el interior de las naves. En el año 2019 cuando se realizó la prueba de vacunación de los corderos en origen, los pesos de entrada estaban entre 18 y 26 kilogramos, con unos pesos de salida en hembras de 26 a 28 kilos, y de machos de 28 a 30 kilos. Había seis operarios a tiempo completo, contando con el responsable de producción y los tres veterinarios asociados para velar por el bienestar y la salud de los corderos en el cebadero.

En septiembre de 2018, la cooperativa dejó de fabricar pienso medicamentoso en cualquiera de las especies ganaderas. El 70% de las explotaciones utilizaban pienso medicado durante todo el cebo o alguna parte, y para evitar problemas sanitarios, se decidió hacer una vacunación masiva en la etapa de primavera y verano. Se quiso evaluar el efecto de la vacunación de los corderos en origen.

Se realizó una calendarización de los trabajos de campo y se anotaron los datos para la prueba. Así, el periodo de vacunación de los corderos en origen fue del 1 de abril al 31 de mayo, mientras que las entradas al cebadero se realizaron del 15 de abril al 29 de agosto. El periodo de bajas fue del 29 de agosto al 5 de septiembre y el periodo de sacrificio fue del 29 de abril al 5 de septiembre. En la prueba se aplicó Ovipast® Plus y como antiparasitario, noromectina 0,8. Al realizar la primovacunación, ese mismo día también se realizaba la desparasitación de los corderos. Posteriomente, a los 21 días se revacunó.

No hubo ningún cambio en el funcionamiento del cebadero y se procedió a la clasificación de los animales clasificándolos en función del peso y del sexo. Terminada la clasificación se les dirigía a las naves de cebo. Al final, la prueba constó de 51.159 corderos, de los que 29.681 fueron del grupo control, 14.487 tenían una dosis de Ovipast® Plus y 6.991 tenían dos dosis. Para la prueba además de los datos de vacunación en origen se tomaron datos de morbilidad (salidas de corderos al lazareto) y de mortalidad en el cebadero. Estos datos fueron analizados estadísticamente por Lorenzo Fraile.

Los resultados de mortalidad fueron los siguientes: los corderos del grupo control (sin vacunar) tuvieron un 4,22%, los que habían recibido 1 dosis de Ovipast® Plus en origen un 2,04%, y un 1,56% los corderos con dos dosis de Ovipast® Plus. Así, la mortalidad se redujo un 51,6% con una dosis y un 63% con dos dosis, siendo diferencias estadísticamente significativas. No se observaron diferencias en la mortalidad entre naves, teniendo en cuenta que el censo de las naves fue constante durante todo el desarrollo de la prueba.

La vacunación de corderos en origen fue totalmente eficaz para reducir las bajas en el cebadero. Además, los corderos que llevaban el programa completo tuvieron los mejores datos de mortalidad.

Esta prueba sirvió para hacer una modificación de las normas de régimen interno del grupo de comercialización de ovino, en el que se prima o penaliza dependiendo de si llevan a cabo los programas vacunales. En el caso de los corderos que llevaban una dosis de Ovipast® Plus, tuvieron entre 1,86 y 2,40 menos de probabilidades de ser baja que los corderos no vacunados. Y los que llevaban dos dosis de Ovipast® Plus tuvieron entre 1,06 y 1,64 menos probabilidades de ser bajas que los que llevaban una dosis y entre 2,28 y 3,39 menos de probabilidades de ser baja que los corderos no vacunados.

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Conclusiones – Laura Elvira

En este seminario hemos visto como distintos veterinarios han tratado de evaluar de dos formas distintas si vacunar en origen era una herramienta que les podía ser útil para mejorar los resultados en el cebadero, llegando a un mismo resultado afirmativo.

En el primero de los estudios, se afrontó el problema de la desmedicalización y se observó qué pasa a lo largo del tiempo si se va cambiando la estrategia. Al quitar los antibióticos orales, subió la mortalidad e, implementando diversas estrategias vacunales, se consiguió reducir la mortalidad del cebadero e igualar los resultados a los de antes de retirar los antibióticos en profilaxis.

En el estudio de COVAP, se analizó la estrategia de vacunar yendo por el camino más corto, asignando en un mismo periodo de tiempo parte de los corderos de los distintos rebaños a los distintos grupos de estudio.

La vacunación en origen es una buena herramienta, observándose una clara reducción en el número de bajas, como se ha comprobado en ambas pruebas.

En los dos casos, en realidad los corderos vacunados tenían la protección individual de la vacuna, pero solo una protección parcial de rebaño, ya que convivían con otros corderos (55-58%) que no habían sido vacunados en origen. Se debe alcanzar un porcentaje de vacunación del 80% para alcanzar una inmunidad de rebaño. Por lo que si se vacuna a todos los animales, o a toda la reposición en una granja, el resultado esperado será aún mejor, ya que el contaremos con inmunidad de rebaño y con un menor riesgo asociado al estrés del cebo (mezcla de animales de distintos orígenes, transporte, etc.).

Por otro lado, se debe resaltar que en estos estudios solo está reflejada una pequeña parte del impacto económico directo del CRO a través de las bajas, ya que como bien sabemos, en los corderos que enferman sin llegar a ser baja, la enfermedad penalizará su futura productividad.

Por lo tanto, si se vacuna se va a tener otra ganancia adicional al evitar también parte de las pérdidas indirectas. Los corderos que tienen problemas respiratorios van a tener menor ganancia diaria. Se estima, por ejemplo, entre 10 y 14 días el tiempo añadido en el cebadero. Al tener más tiempo ocupadas las naves, se pierde la oportunidad de estar cebando otros corderos. Además, se estima hasta un 25% más de pienso para llegar a sacrificar esos animales. Y que las canales de los animales que enferman no tiene el mismo valor, y en muchos casos dan lugar a decomisos. De hecho, los animales que han tenido neumonía tienen tres veces más de riesgo de decomisos parciales.

¿Vacunamos o arriesgamos? Con todos estos números, está claro que merece la pena vacunar y trabajar en todas las estrategias de manejo. Se debe trabajar tanto en el origen y la lactancia, como en el cebadero y la recría. La vacunación permite reducir el riesgo y mejorar los resultados.

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