23/06/2020 - 09/07/2020

XXII Foro Nacional de Ovino 2020

Bioseguridad y tecnología definen un nuevo modelo de producción ovina para el siglo XXI

Actas XXII Foro Nacional de Ovino 2020 – 16ª Ponencia – Seminario 6: ‘Oportunidades de las nuevas tecnologías para mejorar la gestión del ovino’

Bigdata al servicio de la mejora genética en leche

Lorena Rodríguez Gutiérrez

Veterinaria de Lactiber

01/12/2020

Lactiber es una empresa que se dedica principalmente a envasar leche líquida de consumo directo. Se cimenta en la satisfacción de los consumidores y en una estrecha colaboración con Mercadona. Cuenta con unas 130 personas comprometidas con cientos de profesionales detrás y 58 ganaderías a las que se recoge la leche. El modelo de Lactiber consiste en eficiencia y sostenibilidad, además de una calidad 10 en todos los eslabones de la cadena.

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El proyecto Efiber

Con estas premisas se puso en marcha el proyecto Efiber, en el que participaron nueve ganaderías de vacuno lechero, con un total de 3.272 vacas en lactación, 2.350 hectáreas de cultivo y 80 personas de mano de obra. Las ganaderías tenían diferentes programas de gestión, alguna incluso trabajaba en fichas, con papel y boli.

Hoy en día se puede disponer de cualquier información en la palma de la mano y la ganadería no debería ser una excepción. La genética, la alimentación, el control reproductivo, el ordeño o la calidad de leche deberían estar disponibles en el móvil.

Los objetivos del proyecto eran los siguientes: conocer de donde partimos, proponer objetivos técnicos de la granja, poner en evidencia oportunidades de mejora, permitir aprender de los mejores en cada área productiva, extrapolar el modelo al resto de ganaderías y colaborar en el desarrollo del futuro de las granjas. Para conseguirlo, se tomaron datos de 75 índices técnicos y económicos de diversas áreas productivas.

Alimentación

El índice más evidente, y además fácil de calcular, es litros de leche por kilogramo de materia seca. Se pueden tomar los litros del tanque y los kilogramos de alimentación de los animales. Sin embargo, deben transformarse esos litros para poder compararse entre ganaderías. Por lo tanto, se debe transformar el dato de litros de leche a kilogramos de leche, y posteriormente a kilogramos de leche corregidos con energía con un 3,5% de grasa y un 3,2% de proteína.

Los datos que se obtuvieron de litros de leche por kilo de materia seca variaron entre 1,59 y 1,30, lo que supone un 23% de variabilidad entre ganaderías. En kilos de leche corregida, se fue de 1,66 a 1,41, con un 17% de variabilidad. Esa variabilidad es una oportunidad de mejora para las ganaderías que se encuentran en la parte baja.

Por otra parte, se comprobó el coste de la ración y había un 11% de variabilidad, por lo que parte de la diferencia en la eficiencia es debido al precio y a la mayor calidad de la ración, pero también se debe a otros factores, como la calidad de los forrajes (materia seca, proteína, fibra…), el bienestar animal, el manejo de la alimentación y la calidad de leche, ya que una ganadería con un alto recuento de células somáticas indica que el rebaño no está en un estado óptimo de salud y, por lo tanto, no produce toda la leche que podría.

Dentro de la eficiencia de la alimentación, destaca la eficiencia proteica. La literatura científica la sitúa en un 20%, que es un dato muy bajo. Aumentar el contenido proteico de la ración no significa que la producción de leche aumente en la misma proporción. Una forma de saber si hay exceso de proteína es la urea en leche. Saberlo tiene varias ventajas, como la económica, ya que la proteína es muy cara, y como la salud de los animales. Si hay un exceso de proteína, tiene que ser metabolizada en el hígado y es un esfuerzo añadido. Además, para degradar la proteína se necesita energía, que al final no va destinada a la producción de leche.

Calidad de leche

Es importante elevar el nivel de bioseguridad de las granjas, entendido como un método de prevenir la entrada y difusión de enfermedades, que pueden afectar a la calidad de la leche. Por otra parte, también es importante reducir el uso de antibióticos, ya que así hay menos probabilidades de que esos antibióticos vayan a parar al tanque de leche y, posteriormente, a consumo humano. Además, existe una relación notoria entre el nivel de bioseguridad y productividad de las granjas. Un ejemplo muy claro es el problema de moscas que puede haber en las explotaciones. Un animal tiene que descansar mucho para producir bien y, si hay moscas, molestarán a los animales, que estarán intranquilos y agitados, por lo que no producirán todo lo que deben.

Bienestar

Todas las granjas que entregan leche a Lactiber están certificadas en bienestar animal, según el protocolo Welfare Quality, que evalúa la buena alimentación, el buen alojamiento, la buena salud y el comportamiento adecuado.

Dentro de la buena alimentación, se tiene en cuenta el acceso al agua. Es un aspecto muy importante, ya que en realidad la leche tiene un gran porcentaje de agua. Si el animal no bebe lo suficiente, tampoco va a producir lo suficiente. El objetivo es tener 10 centímetros lineales de bebedero por vaca. En un ejemplo concreto de una explotación, que tenía el 67% de los bebederos adaptados, instaló más bebederos, pasó al 101% y tuvo un aumento en la media de litros por vaca y día.

En el bienestar animal también se tiene en cuenta la mortalidad. Algunos de los índices que se pueden utilizar para analizar este aspecto son los partos a la salida del rebaño, el porcentaje de vacas eliminadas y el porcentaje de vacas eliminadas por muerte.

Producción

El índice más evidente es litros por vaca pero, para poder comparar ganaderías, se deben transformar ese índice en kilogramos de leche corregida.

En las granjas que participan en el proyecto, las medias fueron de 63,2 meses a la salida del rebaño, 2,95 partos a la salida del rebaño, 59,1 días de duración del periodo seco y 25,7 meses de edad al primer parto. Con estos datos, se puede hacer un cálculo sencillo con el que se obtiene la permanencia en lactación, que es de 33,5 meses, que está muy relacionada con la producción vitalicia, que en este proyecto fue de 38.217 kilogramos corregidos de leche. La literatura científica dice que el 90% del coste de recría de una novilla es alimentación y mano de obra. En las granjas estudiadas, estos dos costes suponen 1.556 euros, por lo que el total del coste de recría de una novilla son 1.701 euros. La media de ingreso por eliminación, ya fuese por venta, indemnización o muerte, fue de 659 euros. Si al coste de recría de la novilla, se le resta el ingreso por eliminación y se divide entre la producción vitalicia, el coste de amortización del ganado es de 27,20 euros por cada 1.000 kilogramos de lactación.

Este dato sirve para saber la situación en la que se está e intentar bajar el coste de amortización. Debido a que aumentar el ingreso por eliminación y reducir el coste de recría de la novilla es complicado, lo más directo sería aumentar la producción vitalicia, lo que se consigue incrementando la permanencia en lactación, por lo que se debe aumentar la edad de salida del rebaño o adelantar la edad al primer parto. Para aumentar la edad de salida del rebaño, se debe tener un registro detallado de las causas y realizar un plan de mejora. En este punto, es muy importante el bienestar animal y el manejo, ya que se traduce en salud para los animales. Por lo que respecta a la edad al primer parto, no es tanto una cuestión de tiempo como de tamaño. Normalmente la primera inseminación en las novillas con el 60% del peso vivo adulto para que el peso al parto sea un 90% de ese peso vivo adulto. En el caso de las granjas del proyecto, la media es de 25,7 meses, con una variabilidad del 9% entre 26,7 y 24,4 meses. En términos absolutos, son dos meses de diferencia de permanencia en el rebaño, que suponen muchos kilogramos de producción.

Mano de obra

La media de las granjas estudiadas fue de 1.774 kilos corregidos por unidad de trabajo y día, con una variabilidad muy importante, ya que una granja prácticamente doblaba esa cantidad.

Además, la mano de obra familiar varía desde un 100% de la explotación hasta únicamente un 5%. En este último caso, es importante la formación y la gestión de recursos humanos.

Reproducción

El aspecto reproductivo tiene gran variabilidad entre las estrategias reproductivas de cada granja.

Costes de producción

Como media, casi el 70% de los costes de las granjas estudiadas corresponde a alimentación. Respecto al resto, casi la mitad es la mano de obra.

El resultado fue que el coste medio total era de 299,65 euros por tonelada de leche, con un máximo de 391,72 euros y un mínimo de 228,01 euros, por lo que hay mucha posibilidad de mejora.

Conclusiones

En las explotaciones, hay ocasiones en las que únicamente se ve la punta de iceberg, que es la producción de leche, la clínica y la reproducción.

Sin embargo, ganaderos y técnicos no se dan cuenta de que se puede optimizar el manejo de la alimentación y la gestión de los forrajes, que faltan datos y las decisiones se toman más por instintos o por corazonadas que por hechos, que se debe dedicar más tiempo a recolectar datos, que se podría mejorar en formación y gestión de recursos humanos, que se podría mejorar en las instalaciones para tener un mejor bienestar animal para que se traduzca en producción y que en muchas ocasiones hay una escasa gestión de la información.

Con una base de datos amplia, se puede contar con modelos predictivos, colaborar entre ganaderías, poner la información a disposición del resto y ayudar en la resolución de problemas y en la toma de decisiones. Aunque se pueda ser eficiente en algunos puntos, es posible que en otros aspectos se necesite mejora.

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