Mejorando los resultados de la inseminación artificial: alimentación y manejo
Enrique Pérez Campos
Técnico veterinario de Assafe
05/11/2020Esta ponencia presenta un estudio que está en el marco del Grupo Operativo ‘Mejora de los aspectos reproductivos en explotaciones ovinas de Castilla y León’, cuyo objetivo es aumentar la fertilidad en inseminación artificial, principalmente en raza Assaf. Se están estudiando aspectos nutricionales, metabólicos de la oveja y del macho, de manejo, genéticos e interacciones con la flora microbiana. En este estudio colaboran Assafe, Ovigén, el Instituto de Ganadería de Montaña, la Universidad de León, el INIA, la empresa MSD Animal Health y la cooperativa La Mesta.
A raíz de estos datos, comentaremos varios factores que afectan a las hembras: edad de las ovejas, días post-parto a la inseminación, producción de leche y contenido de urea. El objetivo es encontrar una ‘ventana de fertilidad’ para recomendar a los ganaderos elegir unas ovejas por encima de otras y buscar el mejor momento para inseminar a una oveja Assaf.
Se ha utilizado la base de datos de todas las inseminaciones realizadas en la asociación entre 2007 y 2019, que son un total de 147.164 inseminaciones. Para calcular la fertilidad, se ha tomado un parto posterior a la inseminación, en una franja entre 138 y 155 días después de la inseminación. La media es de 147,8 días de la inseminación al parto. Se ha escogido esta franja al observar que los partos que se han asignado con inseminación estaban confirmados en un amplio porcentaje por ADN.
De la cantidad total de inseminaciones, se han considerado válidas un total de 114.180, es decir, un 77%. Las inseminaciones que no se han tomado son en las que faltaba recoger la fecha de parto posterior o estaba mal recogida. También las ovejas muertas antes del parto, que no se sabía si estaban preñadas de inseminación porque no se tenían en cuenta datos de ecografía; ovejas paridas antes de los 138 días posteriores a la inseminación porque probablemente eran abortos. De las 114.180 inseminaciones válidas, hay 73.905 que tenían producción, composición de la leche y células somáticas, con controles lecheros asociados a una inseminación. Los controles que se han tomado son los anteriores a la fecha de la inseminación, siempre que no hubieran pasado más de 30 días. A partir de 2016, también se tienen recogidos los datos de urea individual, con 30.119 inseminaciones.
Estos registros pertenecen a 1.735 lotes de inseminación, con una cantidad media de 66 ovejas por lote. Se han inseminado con 528 machos, eliminando los machos que tenían menos de diez ovejas inseminadas en todo este periodo.
Son 162 ganaderías, 87 de ellas que inseminaron en 2019. En la distribución del número de inseminaciones artificiales por ganadería, los cinco ganaderos que han inseminado más, están en una media de 3.593, los que menos habían inseminado están en 30 ovejas y la media está en 705. La fertilidad es bastante diferente, del 26,7% en las ganaderías que menos habían inseminado y del 50,8% en las ganaderías que más, ya que tienen más experiencia y manejan mejor los lotes, con nueve puntos por encima de la media.
Ya se ha comentado antes que la fertilidad media en las mejores ganaderías es del 69,3% y del 11% en las que tienen peores datos. Si se suman las segundas vueltas a los 25 días, las cinco ganaderías con mejores datos suben hasta el 97,3%, mientras que las cinco peores únicamente llegan al 11,6%. La media de la asociación sube del 41,9% únicamente con inseminación al 75% añadiendo la segunda vuelta.
Edad de las ovejas a la inseminación
Se obtienen buenos resultados de fertilidad, por encima de la media, en animales menores de doce meses, teniendo en cuenta la inseminación artificial y los retornos a los 25 días. Los mejores resultados se obtienen en animales entre uno y dos años. Con el paso de los años, se produce una bajada paulatina de fertilidad. El punto más acusado de ese descenso de la fertilidad se encuentra a partir de los 30 meses. Por lo tanto, se puede aplicar una fórmula que calcule la fertilidad en función de la edad de las ovejas, fórmula que abarca al 95% de los animales.
Respecto a la edad media de las inseminaciones a lo largo de cada año, se observa que, pese a tener mejores resultados con ovejas menores de 30 meses, en la mayoría de los casos los lotes de inseminación tienen más edad. Por lo tanto, se tiene un amplio margen de mejora.
Días post-parto a la inseminación
Los mejores resultados de fertilidad se obtienen en el octavo mes tras el parto y se produce una bajada a partir de ahí, sobre todo porque las ovejas que se cubren a partir del noveno mes del parto suelen haber tenido un celo anterior y vienen repescadas de una cubrición anterior. En este caso, también se puede realizar una fórmula para calcular la fertilidad, que nos da unos niveles aceptables a partir del día 150.
Producción de leche a la inseminación
En cuanto al porcentaje de fertilidad por kilogramos de leche en el último control, se mantiene una fertilidad constante hasta un litro y medio, pero van bajando las fertilidades a partir de esa producción. Con más de cuatro litros se observa un repunte de fertilidad, pero había muy pocos animales en esas condiciones, por lo que no era realmente significativo.
Sí se ha encontrado una alta relación entre producción de leche en el control y el recuento de células somáticas. Así, los controles con menos producción de leche dan unos recuentos altos. Con mayores producciones, va reduciéndose la cantidad de células somáticas. Tiene dos posibles razones. La primera es el efecto dilución, en el que se trataría de animales con células somáticas diferentes y, en el momento que se produce más leche, las mismas células somáticas constantes tienen un menor porcentaje. Otra explicación es la lesión en glándulas mamarias, que aumentan las células somáticas y al mismo tiempo producen una bajada de producción de leche.
Contenido de urea en leche
Con menos de 400 miligramos por litros de urea, se inseminan en Assafe un 6,6% de las ovejas. Por el contrario, hay un 8,1% por encima de los 820 miligramos.
En la asociación, los datos medios son de 611 miligramos por litro de leche. Las cinco ganaderías más altas están en 766 miligramos, mientras que las cinco más bajas se encuentran en 367 miligramos.
Respecto a la fertilidad en inseminación artificial, en lotes con menos de 400 miligramos, existe una fertilidad del 38,1%. Con niveles de urea entre 480 y 550 miligramos, se llega al 42,7%. Por lo tanto, puede suceder que las ovejas con menos nivel de urea pueden tener cierto déficit alimentario de proteína. A partir de ahí, según sube la cantidad de urea en leche, va bajando homogéneamente la fertilidad. Para este caso, también se dispone de una fórmula para hallar la fertilidad.
Como en las células somáticas, también se ha observado una relación inversa entre la cantidad de urea en leche y la producción. En ovejas con menos producción de leche, se obtienen niveles altos de urea. Una posible explicación es que esas ovejas quizás no estaban manejadas nutricionalmente como deberían, probablemente con una mayor alimentación que la que necesitan. Por eso, al aumentar la producción de leche, disminuye el contenido de urea.
También se ha encontrado una clara relación entre la cantidad de urea y la cantidad de células somáticas. A mayor urea en leche, se dispara la cantidad de células somáticas. Las que están por encima de 700 miligramos de urea en leche, tienen una media de 2.265.000 células somáticas.
Respecto a la evolución del contenido en urea en los cuatro años en los que se ha medido, de 2016 a 2019 ambos incluidos, hay niveles bastante homogéneos en los tres primeros años, pero se ha observado que en 2019 los recuentos son mejores. Los ganaderos y técnicos están haciendo una gran labor para lograrlo.
Conclusiones
- La variabilidad demostrada evidencia potencial de mejora en los resultados de la inseminación artificial en ovejas de raza Assaf.
- Se deben tener en cuenta cuatro factores: edad de la oveja, días post-parto a la inseminación, producción de leche y contenido de urea.
- Con los resultados, es posible estimar una mejora de los resultados de inseminación artificial obtenidos y disminuir su variabilidad.